Aún recuerdo cuando te tuve por primera vez en mis manos; tan suave y esponjosa; similar a un algodón de azúcar. Eras juguetona y muy intrépida. Mi mirada perdida no encontraba un punto fijo hasta que vieron tus ojos, tan redonditos y perspicaces que me enamoraron.
Conociste por primera vez el lugar donde sería tu hogar para siempre. Mi mamá al principio no se la creía, sin pensar que con el tiempo te convertirías en su mejor amiga. No sabíamos cómo llamarte, y entre miles de nombres se me ocurrió: Ladymitria, con su diminutivo Lady. Sí, definitivamente un nombre extraño pero único. Y así empezabas a convertirte en lo más maravilloso que he tenido. Puedo decirte entre el silencio que solo tú haz estado cuando más te necesité. Llegaste en un momento donde empezaba a renacer, cuando volvía a creer. A penas había pasado un dolor tan fuerte como la separación de mis padres para merecerme algo tan dulce y bueno como tú mi pequeña Lady. Ahora es tiempo de contar el transcurso de varios caminos, uno de ellos, mi adolescencia. Una etapa difícil como agridulce. Recuerdo cuando llegaba un poco tarde a casa y tú me recibías con saltos. yo te pedía que hagas silencio antes de q mamá me pegara unas habladas. Cómo no recordar también tu compañía entre mis lagrimas; ahí estabas tú, mi amiga fiel; consolándome. Sé que no necesitabas hablar, tú mirada lo delataba. Yo sin duda, no necesitaba más que tenerte cerca. A pesar de que muchas cosas salieron mal, estabas ahí, siempre junto a mi. Llegó el momento de la universidad, los desvelos parecían jamás terminar. Mientras hacía mis tareas eras tú quien estaba junto a mi, esperando que me vaya a dormir; acompañándome sin sosiego. Y no se diga las malas noches que mi pequeña recién nacida te hizo pasar. Tú paseabas desesperada sin entender los llantos de la pequeña bebé. Fuiste su amiga también. Fuiste mi cómplice, lo viviste todo a mi lado ¿Cómo no romperme en pedacitos?
Desde mi crítica adolescencia hasta los 4 y 6 años de mis hijas. Eres un ser maravilloso e irreemplazable. Te llevas una parte de mi conciencia y plenitud. Te llevas una parte de mi existencia. Creeré por un instante en la
Mitología para tan solo pensar que te encontraré en algún momento mi Ladymitria. Mi amor sempiterno para ti..... Hasta siempre
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